2.La experiencia adquirida apunta a la necesidad de conseguir un acuerdo internacional sobre las modalidades de reestructuración de la deuda (incluidos un código voluntario y mecanismos internacionales de arbitraje o mediación) en cuyo marco los acreedores oficiales y privados colaboren y cooperen en un diálogo constructivo con el fin de resolver con rapidez los problemas de la deuda y proteger equitativamente los intereses de los deudores y los acreedores.