3.Eran unos tiburones odiosos, malolientes, comedores de carroñas, así como asesinos, y cuando tenían hambre eran capaces de morder un remo o un timón de barco.
4.Le costaba trabajo imaginarse el calor opresivo, el eterno tufo de carroña, las ciénagas humeantes, mientras desenterraban de la nieve los corderos petrificados. AI obispo, que había hecho las guerras de África, le era más fácil concebirlos.