Es preciso contener a las milicias armadas y pedir cuentas a sus cabecillas, lo mismo que a sus secuaces, por los ataques, entre otras cosas, contra la población civil y el personal de mantenimiento de la paz.
Durante su régimen, el 75 por ciento de los hogares estuvo a cargo de viudas y otras mujeres porque la mayoría de los hombres fueron asesinados despiadadamente por los secuaces y niños soldados fanáticos de Pol Pot.
Bernat saltó hacia la mesa pero, antes de que la alcanzara, los dos secuaces, que parecían borrachos, se pusieron en pie y llevaron la mano a las espadas.
Finalmente la terrateniente termina confesando parcialmente el crimen, aunque hace creer a todo el mundo que no fue ella directamente, sino uno de sus secuaces.
Pero Sirius era inocente, ya que los asesinatos por los que lo habían condenado eran en realidad obra de Colagusano, el secuaz de Voldemort a quien casi todo el mundo creía muerto.