2.Este hecho lo debemos incorporar a nuestra memoria colectiva de miembros de las Naciones Unidas, inspirados en el mismo sentimiento humanista que esta resolución acoge en uno de los párrafos del preámbulo, al reiterar y sugerir no echar al olvido el principio fundamental de la Carta de la Organización de preservar a las generaciones venideras del flagelo de la guerra.
4.Nuestro país ha incrementado aún más su capacidad internacional de influir, inspirar y moldear, haciendo con ello nuevas e importantes contribuciones a la paz y el desarrollo mundiales.