5.De un lado los ángeles recogen las pocas gotas derramadas por el hijo de Dios, del otro, Jesús es un hombre de carne y hueso, sufriendo su sacrificio.
6.No le di nada —respondió Fred, con otra sonrisa maligna—. Sólo lo dejé caer... Ha sido culpa suya: lo cogió y se lo comió. Yo no le dije que lo hiciera.